17 junio 2009

¡Más que tentación, el periodismo es seducción!


Como la manzana del Edén, con la que Adán y Eva cayeron y tuvieron que salir del paraíso, la tentación es esa sensación anterior al pecado, la que me induce a hacer lo que quiero pero no lo que debo y la que me lleva a los más altos puntos del placer.

Porque sí, precisamente eso es lo más sensacional de la tentación, que invita a tener niveles máximos de adrenalina, al tener que elegir entre el deber y el querer, o la necesidad y la realidad.

En el periodismo diría que más que tentación, se da una seducción porque el periodista si bien se ve tentado a alborotar el morbo para crear audiencia, lo que necesita finalmente es con la tentación seducir al oyente, televidente o lector.

Entonces la tentación se queda de lado, porque más allá de lo que yo quiera, tengo en frente a un público exigente que me pide y al cual debo seducir para ganármelo, por lo tanto más que tentación, el periodismo el SEDUCCIÓN.